Aseo General del Paciente Encamado

 ¿Qué es?

Los pacientes ingresados en cualquier área de un hospital, necesitan determinados cuidados de enfermería, con el fin de satisfacer sus necesidades básicas. Las intervenciones relacionadas con la higiene son cuidados de enfermería que hoy en día se omiten o delegan a la figura del auxiliar de enfermería.

La higiene del paciente es el conjunto de intervenciones destinadas a mantener la piel limpia e hidratada con el fin de conseguir que el paciente esté cómodo y bien, además también es clave para evitar la aparición de enfermedades, ya que la piel actúa como primera barrera del organismo.

Durante la higiene se puede realizar la valoración de la piel, prestando atención a la posible presencia de heridas


¿Cuáles son los diferentes tipos de higiene?

  • Perineal: este tipo de higiene implica mantener esta zona limpia para evitar diversas complicaciones, como por ejemplo úlceras por presión, prestando especial atención a pacientes con incontinencias, que pueden presentar una alteración de la integridad cutánea debido a la humedad.
  • Bucal: tiene como objetivo mantener la cavidad bucal íntegra, eliminando la placa dental, previniendo, así, infecciones por hongos, caries, etc. La higiene bucal guarda una estrecha relación con las infecciones respiratorias en pacientes intubados, siendo la neumonía asociada a ventilación mecánica la principal infección. Este tipo de aseo implica también la limpieza de labios y lengua.
  • Pedial: su objetivo principal es mantener una higiene de los pies adecuada, prestando atención a los puntos de apoyo, sobre los que se pueden producir úlceras por presión; y las zonas interdigitales, donde puede permanecer la humedad. En el caso de los pacientes diabéticos, se ha de llevar a cabo una higiene pedial más exhaustiva, vigilando la posible aparición del "pie diabético", la cual junto con la isquemia, puede ocasionar ulceraciones llegando a amputaciones patológicas.
  • Ocular: se basa en mantener los ojos limpios y húmedos. Su función es prevenir posibles complicaciones relacionadas a un déficit de higiene ocular.
  • De manos: este tipo de higiene debe ser esencial. Muchas infecciones se pueden prevenir teniendo como base una buena higiene de manos. Los profesionales sanitarios deben ser insistentes con los pacientes encamados en cuanto al lavado de manos antes de las comidas y tras el uso del inodoro
  • De cabello: este tipo de higiene se centra en mantener el cuero cabelludo limpio, estimulando la circulación y proporcionando bienestar al paciente.

Valoración del paciente 

Durante la higiene del paciente, se puede proceder a valorar el estado de la piel, atendiendo a:
  • Color de la piel: nos puede advertir de una posible cianosis debido a una hipoxia celular o una alteración hepática o biliar, manifestándose una piel de color amarillo.
  • Temperatura: la piel caliente puede ser indicativa de infección, manifestándose con fiebre, mientras que la piel fría puede ser indicativa de falta de riego sanguíneo o de una hipotermia.
  • Turgencia e hidratación: valorando el signo del pliegue.
  • Falta en la integridad de la piel: presencia de lesiones, heridas, quemaduras...
  • Prurito; puede ocasionar rascado del paciente, pudiendo provocar lesiones, y en el peor de los casos, infecciones de éstas.
  • Dolor.
  • Zonas o puntos de apoyo.
Además, el momento de la higiene también se puede utilizar para valorar otros aspectos:
  • Grado de dependencia del paciente.
  • Posición anatómica del cuerpo y la posición del paciente encamado, valorando las fuerzas de presión, fricción y cizalla, que pueden ocasionar úlceras por presión.
  • Patologías del paciente que pueden alterar el proceso higiénico debido a su situación.
  • Estado de ánimo, aspectos emocionales y psicológicos del paciente.
  • Aspectos fisiológicos como el descanso, la alimentación, etc...


¿Cuáles son los objetivos de una buena higiene?

El principal objetivo general es identificar los beneficios de la realización de la higiene en el paciente encamado.

Por otra parte, los objetivos específicos son:
  • Valorar la satisfacción del paciente con respecto a la higiene.
  • Mostrar la prevención de la neumonía asociada a la ventilación mecánica, en pacientes críticos, por medio de la higiene oral.
  • Mostrar la relación entre la higiene y las lesiones de la piel.


Indicaciones:
  • Pacientes que tienen fractura de cadera
  • Pacientes desorientados
  • Pacientes que por estado de salud no se pueden levantar de cama.

Contraindicaciones:
  • Pacientes con traumatismo craneoencefálico.
  • A.S.A desorientados por riesgo de caída.
  • Personas que no se pueden sostener por si solos
  • S.A. inconscientes.

Material y equipo
  1. 2 recipientes con agua fría y agua caliente.
  2. Lavamanos
  3. Recipiente para agua sucia.
  4. Jabón
  5. 1 o 2 toallas grandes.
  6. 2 toallas faciales
  7. Turundas de algodón.
  8. Camisón o pijama.
  9. Aplicadores.
  10. Juego de ropa para cama.
  11. Talco.
  12. Loción.
  13. Recipiente para ropa sucia.

Procedimiento:
  1. Preparar el equipo en el cuarto de trabajo.
  2. Explicar el procedimiento, cerrar puertas y ventanas para preservar la intimidad.
  3. Aflojar la ropa de la cama y retirar la ropa que cubre al paciente, excepto la sábana móvil.
  4. Colocar una toalla sobre el tórax para realizar el cepillado bucal, retirar y colocar la dentadura o prótesis si tiene.
  5. Retirar la ropa del paciente, y colocarlo en posición de decúbito lateral acercando la cabeza al borde proximal de la cama.
  6. Colocar una toalla sobre el tórax y un cojín por debajo de los hombros.
  7. Utilizando las turundas protegemos los oídos y vertemos el agua sobre el pelo del paciente y completamos su lavado.
  8. Retirar las turundas y colocamos una toalla sobre el pelo recién lavado.
  9. Afeitamos su cara, si es hombre. Al acabar, colocamos una toalla facial y aseamos los ojos con turundas y la nariz y oídos con hisopos. Finalmente, secamos.
  10.  Con una toalla limpiamos los espacios subungueales y si se precisa cortamos las uñas.
  11. Repetimos el proceso en los miembros inferiores.
  12. Nos aseguramos de secar bien los espacios interdigitales.ç
  13. Realizamos un masaje a los pies para favorecer la circulación sanguínea.
  14. En el caso de los pacientes S.A varones, ponemos un apósito en sus genitales para asearlo. En el caso de mujeres, ponerla en posición ginecológica para realizar el lavado protegiendi los muslos con sábanas móviles. Para realizar esta técnica será imprescindible el uso de guantes.
  15. Colocar apósitos o asas en los pliegues inguinales y secar genitales en igual orden que se asearon y retirar sábanas móviles.
  16. Colocamos al paciente en decúbito lateral del lado contrario y empezamos a lavar su espalda, una vez acabamos, secamos y le ponemos un camisón limpio.
  17. Peinamos y determinamos su arreglo personal.
  18. retiramos el equipo.
  19. Finalmente, informamos sobre observaciones hechas, reacciones del paciente y cuidados de enfermería proporcionados.
BAÑO EN CAMA AL PACIENTE HOSPITALIZADO TÉCNICA




Bibliografía:

1. Santiago A. BAÑO EN CAMA AL PACIENTE HOSPITALIZADO TÉCNICA. [Internet]. yoamoenfermeria.com. Alex Santiago; 2018 [Citado el 26 de diciembre de 2022]. Disponible en:


2.  Uva.es. [Citado el 26 de diciembre de 2022]. Disponible en: