Reservorios subcutáneos

 ¿Qué son?


Los reservorios venosos subcutáneos son dispositivos implantables para acceso venoso permanente y de larga duración. Se trata de un dispositivo metálico pequeño que consta de una cámara con superficie de silicona donde se pincha. La cámara se conecta con un catéter que va por debajo de la piel hasta llegar a una vena de calibre grueso.



¿Cuándo se colocan?


Los reservorios están indicados para pacientes que necesitan terapia intravenosa a largo plazo. Además, los pacientes oncológicos pueden requerir la administración intermitente de quimioterapia, nutrición parenteral, infusiones o transfusión de sangre. Debido a que la quimioterapia dura varios meses, puede irritar y estropear las venas, ya que necesita un acceso venoso continuo, sin embargo, con el reservorio se previenen esos riesgos.


¿Se puede colocar siempre?


No, tiene una serie de contraindicaciones como neumotórax, lesión nerviosa del plexo braquial, hematoma y hemorragia posquirúrgica, arritmia cardíaca, perforación...


¿Qué material se necesita?


A la hora de manipular un reservorio venoso subcutáneo se necesitarán:
  • Paños, guantes y gasas estériles.
  • Suero fisiológico.
  • Antiséptico.
  • Agujas de 10-20cc.
  • Apósito estéril adhesivo.
  • Sistema Vacutainer, adaptador y tubos si se va a extraer sangre.
  • Heparina sódica.
  • Aguja Gripper (imagen de la izquierda).


¿Cuál es el procedimiento?


Los pasos a seguir son los siguientes:
  1. Informar al paciente y solicitamos su colaboración.
  2. Lavado de manos, preparación de campo estéril y material.
  3. Con el paciente en decúbito supino localizamos el reservorio y palpamos la zona de punción y el catéter.
  4. Desinfectamos la zona y esperamos a que seque.
  5. Purgamos el equipo de extensión y la aguja y la clampamos.
  6. Pedimos al paciente que haga una inspiración profunda para insertar la aguja perpendicularmente en la membrana del reservorio hasta notar que tocamos la base de la cámara.
  7. Aspiramos para comprobar que esté permeable.
  8. Extraemos analítica o lavamos con 10cc de suero para administrar posteriormente medicación, hemoderivados o nutrición.
  9. Aseguramos la aguja Gripper a la piel con un apósito estéril.
  10. Al acabar la administración limpiamos con suero fisiológico y posteriormente heparinizamos.

Cuidados

  • Después de cada uso se debe limpiar con suero fisiológico y heparinizar.
  • Si no se utiliza después de 6-8 semanas se debe limpiar igual que después de utilizarlo.
  • El paciente puede llevar una vida totalmente normal evitando los golpes en la zona de la cirugía.
  • Hay que notificar su existencia a la hora de realizar pruebas diagnósticas.






Bibliografía

  1. Formación E. ¿Qué es un reservorio subcutáneo y para qué sirve? [Internet]. European School Health Education. [citado el 26 de diciembre de 2022]. Disponible en: https://www.esheformacion.com/blog/42/que-es-un-reservorio-subcutaneo-y-para-que-sirve
  2. Euskadi.eus. [citado el 26 de diciembre de 2022]. Disponible en: https://www.osakidetza.euskadi.eus/contenidos/informacion/hd_publicaciones/es_hdon/adjuntos/Guia_Reservorio_Venoso_C.pdf
  3. de Enfermería Ocronos RM y. Reservorios venosos subcutáneos (RVS). Ocronos - Editorial Científico-Técnica [Internet]. 2020 [citado el 26 de diciembre de 2022]; Disponible en: https://revistamedica.com/reservorios-venosos-subcutaneos-rvs/