¿Qué es?
La nutrición parenteral es un tipo de nutrición que se administra por vena; a diferencia de la nutrición enteral, no pasa por el aparato digestivo. Este tipo de alimentación se administra en pacientes que no son capaces de absorber nutrientes en el intestino ya que presenta vómitos persistentes, diarreas severas o enfermedad intestinal. Además, también se puede administrar en personas que reciben dosis altas de quimioterapia, radioterapia o que fueron sometidas a un transplante medular. Este tipo de nutrición permite administrar todos los nutrientes necesarios.
¿Cómo se administra?
Para la administración de la nutrición parenteral es necesaria la colocación de un catéter intravenoso (iv) especial en una vena grande del tórax o brazo y será la enfermera la encargada del cuidado del catéter ya que se requiere un cuidado especial para evitar infecciones o taponamientos. Se pueden utilizar diferentes tipos de catéteres: Hickman, Broviac, PICC, de triple lumen, doble lumen o un lumen. La nutrición parenteral se pasará a través de esta vena.
Cuáles son las indicaciones de la nutrición parenteral?
- Cirugía digestiva mayor.
- Resección intestinal masiva.
- Enfermedad inflamatoria intestinal descompensada.
- Enteritis por radiación.
- Diarrea grave.
- Vómitos intratables.
- Íleo intestinal.
- Pancreatitis aguda grave.
- Fístulas digestivas altas.
- Obstrucción intestinal completa.
- Hemorragia digestiva alta.
- Pacientes críticos.
- Grandes quemados.
- Inestabilidad clínica.
- Terapia esperada de corta duración (menor a 3 días).
- Vía periférica: los nutrientes se infunden al torrente sanguíneo a través de una vía periférica, normalmente colocada en miembro superior. La osmolaridad final debe ser inferior a 99 mOms/l y si es superior puede ocasionar problemas como flebitis o trombosis.
- Vía central: en este caso la solución se administra directamente a una vía central de alto flujo. Para este tipo, se puede utilizar un catéter de larga duración, introducido en vena cava superior directamente a través de la vena yugular interna o subclavia; o mediante un catéter epicutáneo por vena cefálica o basílica; incluso también por vía femoral.